Autor: Hogarutil
Para ver cómo aplicar las imprimaciones para hierro, vamos a utilizar una barra oxidada y observar así la diferencia entre los diferentes tratamientos.
Antes de aplicar las imprimaciones para hierro tenemos que limpiar muy bien la superficie. Para ello, lo mejor es utilizar un disolvente, que eliminará las partes grasas y la suciedad que se ha ido acumulando en el objeto a tratar. Así, quitamos también la mancha de óxido, pero se mantiene la superficie oxidada.
Una vez seca, vamos a comenzar a aplicar el barniz para óxido, que se aplica con una brocha y sin lijado previo, y que lo utilizamos para aquellas manchas de óxido que queremos mantener como elemento estético o decorativo. Así, se quedará protegido y evitaremos que la mancha vaya a más.
La siguiente imprimación es para hierro galvanizado y, por su poder corrosivo, tenemos que aplicarlo con unos guantes. Se trata de un líquido, que debemos agitar bien antes, y que funciona con una reacción química que produce que las zonas dañadas se vuelven negras y mates. No se puede aplicar con pistola, puesto que es muy corrosivo, sino que lo aplicaremos con una brocha en cantidad abundante.
Otra opción es aplicar el minio o el esmalte de forja. Las dos son protecciones, aunque la primera requiere luego un esmalte de acabado. En el caso del minio, aunque no cubra totalmente si conseguirá el efecto de tratamiento. El esmalte de forja, al ser tan espeso, solo requiere una mano para cubrir totalmente.
Además…
Cómo aplicar imprimaciones para hierro
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