Friday, July 4, 2014

Obama recuerda el compromiso de la reforma migratoria en su discurso del 4 de julio

El presidente estadounidense, Barack Obama, preside una ceremonia de nacionalización de militares en activo, veteranos y reservistas, con motivo del Día de la Independencia. (EFE)



Estados Unidos celebra este viernes los 238 años de su independencia en un momento de gran polarización política interna con la inmigración de fondo y de tensiones internacionales en Oriente Medio, Europa y Asia que reclaman nuevamente su atención. En un día en que el país celebra sus valores fundamentales, el presidente, Barack Obama, destacó que Estados Unidos ha sido históricamente una nación de inmigrantes y aseguró que continuará haciendo lo posible para “arreglar” el sistema migratorio.


Obama destacó que Estados Unidos ha sido históricamente una nación de inmigrantes “Voy a seguir haciendo todo lo que pueda para continuar haciendo nuestro sistema de inmigración mejor y más eficiente“, dijo el mandatario en una ceremonia de naturalización en la Casa Blanca que incluyó a 25 militares en activo, reservistas y cónyuges de militares de quince países, entre otros, Guatemala y Panamá.


La promesa de Obama se produce en un momento delicado después de que el presidente de la Cámara baja, el republicano John Boehner, le comunicara la semana pasada que su partido seguirá evitando un voto sobre la reforma migratoria este año, lo que acaba con la esperanza del mandatario de firmar la reforma antes de 2015.


El partido republicano ha bloqueado la votación en la Cámara de Representantes, donde tiene mayoría, del proyecto de ley aprobado hace un año en el Senado para una reforma “integral”, una promesa de Obama desde su primer mandato que daría una vía legal para los 11 millones de indocumentados que se calcula que hay en el país.


Los republicanos quieren mantener en jaque a Obama y retar a los demócratas en las elecciones legislativas de noviembre, donde se renovará un tercio del Senado y la Cámara Baja al completo y en las que esperan recuperar el control bicameral. Sin embargo, el debate migratorio se ha intensificado ante la llegada de niños indocumentados procedentes de centroamérica, que desde octubre superan los 47.000, y han desbordado la capacidad de los centros federales donde son retenidos ante la incertidumbre sobre su futuro, si serán deportados o considerados refugiados.


Ante la inacción del Congreso Obama ha advertido de que tomará decisiones ejecutivas y ordenó a los Departamentos de Justicia y de Seguridad Nacional “identificar acciones adicionales” que la Administración pueda tomar por su cuenta para arreglar el sistema migratorio y presentarle recomendaciones. “Vamos a tener que arreglar nuestro sistema de inmigración, que está roto, y aprobar una reforma migratoria de sentido común”, dijo el mandatario este 4 de julio asegurando que la reforma ayudaría además al crecimiento de la economía del país.


El diario The New York Times pidió en un editorial a Obama, que reduzca el número de deportaciones de inmigrantes indocumentados y que, en su lugar, facilite la regularización de cientos de miles de personas para que puedan seguir viviendo y trabajando en el país. “Obama debe reducir la maquinaria de deportaciones, que él mismo amplió enormemente. Su decisión hace dos años de parar las deportaciones de jóvenes inmigrantes bautizados ‘Dreamers’ fue un buen primer paso. Ahora debe proteger a los padres de los ‘Dreamers’ y, si es posible, a los padres de los niños ciudadanos”, añadió el periódico.




20minutos.es



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