Lana del Rey embruja con su directo ultraviolence La diva norteamericana encandiló a los miles de asistentes al Vida Festival y presentó nuevos temas así como éxitos como Born to die o Videogames. La gran diva norteamericana ha vuelto y es para quedarse definitivamente. Lana del Rey ha cautivado a los miles de asistentes al Vida Festival en Vilanova i la Geltrú este sábado noche. Su voz rasgada y suplicante, su figura lánguida y la interpretación etérea de sus temas se han mimetizado con un entorno bucólico que han trasladado al público a un estadio superior.
Más oscura y misteriosa, del Rey irrumpía en el escenario envuelta en un minivestido verde aguamarina con mangas murciélago y descalza. Se dio cuenta de la expectación despertada con un aforo multitudinario lo que emocionó visiblemente a la diva. Sensual a rabiar y ultrafemenina, parecía flotar cual ninfa haciendo las delicias de sus fans con los que se marcó un gran detalle al bajar a mitad del concierto para firmas autógrafos, repartir besos y hacerse selfies.
Interpretó sus nuevos singles Ultraviolence y West coast, cantando al amor autdestructivo y a las relaciones violentamente dependientes, y rescató algunos de sus grandes éxitos que hicieron vibrar a un público entregado. De esta manera, la ‘princesa’ del soul demostró esta noche que no es flor de un día y que lo que antaño se pudo interpretar como un perfecto producto de marketing efectista, hoy es la confirmación de una de las voces que pasarán a la historia de la música.
Se sentía cómoda y enseguida se hizo dueña de la escena. Tan a gusto estaba que no dudo en cantar mientras se fumaba un cigarro tras otro con ese aire de ‘femme fatale’ innato. Animó a los hombres allí presentes a entonar con ella el idolatrado Summertime sadness -en su versión original, mucho más profunda y desgarrada ue su homónima dance- o la madre de todos los singles Born to die, sin olvidar su patriótico National Anthem. Aunque si hay un tema cumbre en la corta aunque intensa carrera de Lana del Rey ese es Videogames, que la diva sintió con esa pose melancólica tan absorbente.
Atrevida, se animó a cantar a capela y paseó sus largas piernas a lado y lado del escenario. El juego de luces y un sonido nítido y potente hicieron de esa escasa hora de concierto la más mágica del festival. Es lo que tiene la del Rey, que te mece y te atrapa.
No resulta extraño que la gran artista norteamericana haya escogido un festival como el Vida para presentar, por primera vez, su último disco. El paraje en que se enmarca el Vida Festival le confiere un carácter diferencial respecto a otros festivales celebrados en Barcelona ciudad. Vilanova i la Geltrú ofrece un entorno natural en el que la música en directo cobra un matiz especial y bucólico. Auguramos larga vida al Vida y a Lana del Rey.
Lana del Rey embruja con su directo 'ultraviolence'
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