Autor: Bricomanía
En el siguiente briconsejo de Bricomanía veremos cómo hacer un rascador de gato casero, que además podremos quitar cuando ya no lo necesitemos.
Si estáis cansados de que vuestro gato se lime las uñas en las cortinas, la alfombra o el sofá, estad muy atentos a este briconsejo. Os vamos a dar una solución fácil y eficaz, para que vuestra mascota deje de dañar los diferentes elementos de casa.
Paso a paso para hacer un rascador de gato
Se trata simplemente de transformar la pata de una mesa en un rascador adecuado para el gato, cubriendo la pieza con una sencilla cuerda.
Lo primero que haremos es tumbar el mueble, con la finalidad de trabajar cómodamente.
A continuación, colocamos en la pata tres tiras de cinta adhesiva invirtiendo su posición habitual, es decir, con el pegamento hacia el exterior, para poder sujetar el cordel
Aplicamos en uno de los extremos de la cuerda unos puntos de un adhesivo extra-fuerte, flexible, que resista perfectamente los golpes y las vibraciones.
Luego, la ponemos en la pata, desde arriba hacia abajo, enrollándola, poco a poco, mientras hacemos presión para que se adhiera correctamente.
Cortamos el sobrante, damos adhesivo y por último, fijamos el otro extremo del cordel.
Transcurrido el tiempo de secado que nos indica el fabricante, el nuevo rascador estará listo para su uso. Un trabajo sencillo, rápido y económico, con el que evitaremos que nuestro gato raye otras superficies.
Además, gracias a las cintas que hemos colocado, podremos quitar la cuerda cuando queramos, sin dañar la pata ni dejar restos de adhesivo. ¡Práctico, verdad!
Además…
Hacer un rascador de gato
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