Siete muertos y una veintena de heridos es el saldo de un enfrentamiento entre campesinos ocurrido este sábado en la aldea Los Pajoques, de San Juan Sacatepéquez, a 31 kilómetros al oeste de Ciudad de Gautemala.
Es un conflicto larvado a lo largo de los últimos meses y que dos versiones tratan de explicar. La primera de ellas es la inconformidad de algunos vecinos por la instalación en esa zona de una fábrica de cemento, mientras que la segunda apunta a un grupo que se opone a la construcción de una carretera que pretende rodear la capital guatemalteca, en aras de descongestionar el tránsito.
De acuerdo con versiones de vecinos, el enfrentamiento se inició la noche del viernes, cuando un hombre fue asesinado. Como reacción, durante la madrugada de este sábado una turba de enmascarados mató a cinco miembros de la familia del sospechoso del primer homicidio, y quemó la vivienda.
En esta acción, una niña de cinco años resultó herida con quemaduras y fue internada en la unidad de quemados de la sección de pediatría del hospital Roosevelt, uno de los dos más importantes del país. De acuerdo con portavoces de los cuerpos de socorro y de la Policía Nacional Civil, durante los violentos enfrenamientos de esta mañana, dos casas fueron quemadas, así como cuatro vehículos.
Un portavoz de la empresa cementera, José González Merlos, dijo a la prensa que “estos ataques no son nuevos” y denunció que tanto los trabajadores de su empresa como quienes construyen la carretera, conocida como el Anillo Regional (por bordear la Ciudad de Guatemala), “son hostigados con frecuencia”, hasta el extremo de quemar la maquinaria empleada para la construcción de la autopista y amedrentar a los trabajadores y sus familias.
González Merlos añadió que se han producido también ataques a los campesinos que vendieron sus terrenos para la construcción del anillo regional, una obra del Ministerio de comunicaciones.
En una rueda de prensa, el alcalde de San Juan Sacatepéquez, Fernando Bracamonte, fue rotundo al señalar que la ausencia del Estado guatemalteco da pie a la creciente anarquía que reina en el país. “El Gobierno interviene hasta que la gente ya está muerta”, dijo.
El procurador de los Derechos Humanos (defensor del Pueblo) Jorge De León Duque abrió incluso la puerta al uso de la fuerza, para que las autoridades puedan restablecer y orden y salvaguardar a la población, extremo que se hizo innecesario después de que los mismos vecinos permitieran el ingreso de policías, cuerpos de socorro, representantes de organizaciones humanitarias y de la prensa a la aldea.
Enfrentamientos entre campesinos dejan siete muertos en Guatemala
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